El reciclaje textil, un gran desafío para el planeta
El aumento exponencial de la necesidad de comprar ropa y las nefastas consecuencias que de él se derivan hacen que el reciclaje textil se haya convertido en un enfoque indispensable para preservar el planeta y proteger a los seres humanos. Frente a esta enorme presión en los recursos, y a la contaminación asociada —que no deja de aumentar— debemos actuar con rapidez y buscar soluciones concretas.
Una prenda suele estar compuesta de diversos materiales y reciclarla puede resultar una tarea difícil, pues las posibilidades de reciclaje varían de unas fibras a otras. Para desarrollar las tecnologías de reciclaje necesarias, se precisa una potente inversión y un firme compromiso.
El reciclaje es una alternativa sostenible que permite una fabricación diferente, racional e inscrita en un proceso de economía circular. Además, permite crear nuevas actividades económicas asociadas a la recogida, la clasificación, etc. La práctica totalidad de los textiles usados puede reciclarse y beneficiarse de una segunda vida. ¿Por qué privarlos de ella?
Mecánica del reciclaje textil
El reciclaje de textiles permite evitar el uso de fibras vírgenes y, por tanto, reducir: la explotación de materias primas, los transportes (generadores de efecto invernadero), la producción de fibras, el consumo de agua y energía, y el uso de productos químicos como colorantes, pesticidas o insecticidas.
Gracias a sus innumerables propiedades, el algodón y el poliéster son fibras muy demandadas en el mundo del textil. En aras de reducir el impacto ambiental, utilizamos cada vez más algodón reciclado y poliéster reciclado en la fabricación de nuestras prendas.
Reducir el uso de los recursos vírgenes del planeta, evitar el despilfarro y transformar los residuos (botellas de plástico usadas, ropa usada, fibras industriales, etc.) en prendas nuevas es para nosotros un objetivo primordial que nos brinda la oportunidad de reinventarnos al tiempo que hacemos frente al desafío ambiental.
El algodón reciclado: el cultivo de algodón tiene un impacto ecológico considerable, en especial por el consumo de agua y el uso de insecticidas que supone. Y, dado que el algodón es la fibra textil natural más utilizada en el mundo, es por tanto un recurso importante que favorece el auge del algodón reciclado.
Las ventajas del algodón reciclado: el algodón reciclado tiene una escasa huella ambiental y consume mucha menos agua y energía que el algodón convencional.
En el reciclaje del algodón intervienen varias etapas:
1. Recogida del tejido (mediante asociaciones y empresas de recogida selectiva), cepillado y transformación al estado de fibra.
2. Obtención de un hilo de algodón reciclado gracias a un sistema de trenzado.
3. Confección de las nuevas prendas (mismo proceso que se utiliza con el algodón convencional).
El poliéster reciclado: se trata de una fibra sintética, costosa y ampliamente utilizada por las marcas de lo que se denomina el fast fashion. Esta fibra derivada del plástico se obtiene a partir de petróleo, nocivo para el medio ambiente y la biodiversidad. El poliéster contamina durante todo su ciclo de vida, pues su fabricación requiere una gran cantidad de energía y cada lavado propaga micropartículas de plástico a la naturaleza.
Las ventajas del poliéster reciclado: en primer lugar, el poliéster reciclado reduce nuestra dependencia en materiales derivados de la industria petroquímica, pues se fabrica a partir de materiales existentes. En su fabricación se consume mucha menos energía que en la del poliéster convencional, y permite reutilizar los residuos que, de otro modo, se incinerarían. Existen varias formas de reciclar el poliéster. Se puede obtener a partir de prendas usadas, de excedentes de la producción textil o incluso de botellas de plástico.
El proceso de transformación de botellas de plástico en prendas recicladas se compone de las etapas siguientes:
1. Recogida de botellas de plástico usadas.
2. Cepillado de las botellas para producir filamentos y, posteriormente, un granulado.
3. Fundición del granulado para producir un hilo apto para tejido.
¿En qué se diferencian los materiales pre-consumer y post-consumer?
Los textiles destinados al reciclaje se obtienen de dos fuentes principales:
Los materiales reciclados pre-consumer (antes del consumo) proceden de residuos industriales (excedentes de fabricación) o de productos retirados que no han sido utilizados por los consumidores.
Los materiales reciclados post-consumer (después del consumo) proceden de residuos de consumo; es decir, que han tenido una vida útil y luego se han desechado (ropa usada).
Certificación oficial GRS (Global Recycled Standard) es una norma desarrollada por Control Union Certifications en 2008 y que, desde el 1 de enero de 2011, es propiedad de Textile Exchange. GRS es una norma internacional y voluntaria que establece los criterios de certificación independiente del contenido reciclado, de la cadena de control, de las prácticas sociales y ambientales, y de las restricciones en cuanto a composición química. Así, Global Recycled Standard no solo certifica el contenido reciclado de un producto, sino que además verifica el cumplimiento de una seria de criterios ambientales y sociales. La certificación GRS (Global Recycled Standard) la expide Ecocert Greenlife.